Este mes, The Economist (Reino Unido, 1843), una de las publicaciones semanales de asuntos de actualidad más reconocida del mundo, ha cambiado su aspecto en la versión impresa mirando expresamente hacia la salida digital de sus contenidos. El nuevo diseño ha sido dirigido por Stephen Petch hacia un aspecto más limpio y moderno: el último gran rediseño se realizó hace 17 de años (Erik Spiekermann y Penny Garrett, 2001).
1. Infografía y periodismo de datos
La revista presenta una nueva sección llamada «Detalles gráficos» que reemplaza la página de la sección existente de «Indicadores económicos y financieros». Detalles gráficos aporta a la edición impresa la pericia visual del equipo de periodismo de datos (The Economist Data Team).
2. Revisión de los estilos infográficos y cartográficos para clarificar la información.
Phil Kenny, director de Gráficos de The Economist: «Con estos cambios de diseño y nuevas incorporaciones, nuestra edición impresa ahora coincide con la amplia gama de productos de The Economist: un diseño uniforme, limpio y moderno, que configura The Economist para los años 2020 y más allá».
3. Branding, somos branding.
Mejora de la consistencia de la marca en todos los productos: Cabecera de portada más grande, páginas más limpias e imágenes más atrevidas, adecuadas tanto para el quiosco de periódicos como para la pantalla móvil.
4. Tipografías optimizadas para web e impreso.
Nuevos tipos de letra optimizados para plataformas impresas y digitales, que ofrecen una mejor experiencia de lectur: Econ Sans (Dieter Hofrichter) y Milo serif (Mike Abbink).
5. Revisión de todas las secciones
Páginas de contenido completamente revisadas, diseñadas para que sean más claras y fáciles de navegar, incluido un panel expandido «En la portada» para señalar todas las portadas destacadas.
6. Renovación de la ilustración, marca de la casa.
Estilos de ilustración impactantes y audaces, aptos para la página impresa y la pantalla digital por igual.
7. Firmas y edición.
Periodistas en las principales ciudades de los cinco continentes (Washington DC, Tokio, Londres, Hong Kong, México City, Nueva York, Singapur, Nairobi, Amsterdam, Bruselas, París, Nueva Delhi, Seúl, Chicago…), corresponsales de ciencia, educación, negocios, finanzas, economía, política social, medio ambiente, cuerpo diplomático, exteriores, medios, banca, salud, innovación, productos digitales, tecnología, lengua, religión, mercados emergentes, periodistas de datos, analistas de datos, editores de datos, analistas políticos, expertos en consumo y puntos de venta, periodismo de guerra y de defensa, de cultura, de libros, de arte, expertos en China, en Oriente Medio, en Rusia, en el Brexit, en Trump.
8. Diseño digital y colaborativo
La web como canal de venta y suscripción. Los elementos del diseño son bloques de construcción listos para usar, creando un kit de herramientas que permite a los departamentos aplicar el diseño en todo los proyectos y continuar trabajando de forma independiente para dar vida al producto.
9. Fuerza en redes sociales
The Economist mantiene comunidades sociales sólidas en Facebook, Twitter, LinkedIn, Snapchat, LINE, Medium y otras redes sociales.
10. Marca y periodismo
En definitiva, el nuevo lenguaje del diseño de The Economist quiere reflejar la fuerza de la marca y el periodismo; una expresión visual reconocible al instante.