Hemos oído alguna vez hablar sobre el ‘índice Big Mac’ . Algunos piensan que es una manera de comparar los precios de una hamburguesa en el mundo y, buscando los sitios más baratos, una herramiento para elegir el destino de sus vacaciones. Nada más alejado de la realidad.
El índice en cuestión lo inventó la revista ‘The Economist’ en 1986 y lo publica dos veces al año (uno debe suscribirse para verlo completo). La última fue en julio de 2008. Efectivamente, la revista establece un precio base para EEUU, realizando una media de su precio en Atlanta, Chicago, Nueva York y San Francisco, y a partir de ahí busca los precios en otros países y se comparan. El objetivo final no es saber dónde está más cara o más barata la famosa hamburguesa, como puede parecer. No.
Aquí ahora llegan los economistas y buscan la infravaloración o la sobrevaloración de una determinada moneda con respecto al dólar y luego lo comparan con la diferencia de precios en la hamburguesa. Si la relación monedas (euro/dólar) –hamburguesas (en Madrid/en EEUU) es muy dispar, entonces se podrá afirmar que la moneda está mal valorada, que su tipo de cambio no es real por motivos distintos a los del mercado.
Esto es así porque el índice cumple la teoría de la paridad del poder adquisitivo (PPA), es decir, productos similares, en países distintos, deberían costar lo mismo porque el tipo de cambio debería igualar su precio.
La teoría del ‘índice Big-Mac’ afirma que si hay mucha diferencia en la relación, en el futuro tendrán que igualarse, o habrá una tendencia a igualarse. Por tanto, es un indicador de análisis de los tipos de cambio en el futuro.
Existen más índices similares, el último es el ‘Commec iPod Index’, de igual funcionamiento, pero esta vez con el precio de un IPod Nano de 2Gb. Se podría hacer lo mismo con el precio de una Coca-Cola o con cualquier otro producto comercializado mundialmente.
Links:
http://www.comsec.com.au/public/news.aspx?id=809
http://www.economist.com/markets/indicators/displaystory.cfm?story_id=8649005