Georgie DAnn aprendió música durante ocho años en un conservatorio de París para desembarcar en los 70 en España con un objetivo claro: arrasar en los meses de julio y agosto.
Sus referencias poéticas son un misterio. Corría el año 1988 y ‘el rey del verano’ se sacó esta letra, digamos que del bolsillo de atrás, para mayor regocijo de la SGAE.
El Chiringuito, el chiringuito
El Chiringuito, el chiringuito
Yo tengo un chiringuito
A orilla de la playa
Lo tengo muy bonito
Y espero que tu vayas.
El Chiringuito, el chiringuito
El Chiringuito, el chiringuito
Las chicas en verano
No guisan ni cocinan
Se ponen como locas
Si prueban mi sardina.
El Chiringuito, el chiringuito
El Chiringuito, el chiringuito
Chi, chi chi chi, chi chi chi, chi chi chi
Chi, chi chi chi, chi chi chi, chi chi chi.
Esta el menú del día
Conejo a la francesa
Pechuga a la española
Y almejas a la inglesa.
El Chiringuito, el chiringuito
El Chiringuito, el chiringuito
Si sube la marea
Me va de maravilla
La gente se amontona
Y yo les doy morcilla
El Chiringuito, el chiringuito
El Chiringuito, el chiringuito
La rubia que toma el sol
Me gusta más que un bombón
Yo le pongo el bronceador
Y dice que no, no no…
Sobre estas líneas, un gráfico publicado en LA OTRA CRÓNICA de EL MUNDO el pasado sábado 25 de julio: los chiringuitos más ‘in’ del verano. Tome nota y evítelos a toda costa. Por Alfonso Everlet y Carlos Martínez.
¿Nuevos gustos musicales?